Asesoramiento para el acceso a recursos asistenciales:
Ofrecemos orientación para iniciar los trámites necesarios para el reconocimiento de discapacidad, grados de dependencia, acceso a recursos sociales y en gestiones con mutuas y aseguradoras. También se dan las directrices técnicas necesarias y, de ser el caso, se deriva a las familias hacia profesionales y recursos adecuados a su situación concreta.
Damos respuesta a la necesidad de información de las familias. Información sobre recursos de rehabilitación e integración social, información sobre trámites e información sobre programas para la conciliación familiar y laboral. También podría necesitarse información para la adquisición de ayudas técnicas o adaptaciones en el domicilio.
Orientación en pautas de cuidado:
Brindamos las directrices necesarias desde las distintas especialidades para facilitar el día a día de las personas cuidadoras.
Asumir el rol de persona cuidadora requiere formación. Es importante saber cómo movilizar a la persona con daño cerebral, cómo apoyar en la higiene personal y otras actividades de la vida diaria o cómo acompañar los ejercicios de rehabilitación en el domicilio, entre otros.
Atención psicológica y respiros:
Prestamos apoyo psicológico a las personas que están viviendo esta situación. También organizamos actividades de respiro que, en la medida de lo posible, puedan aportar un paliativo mínimo a estas situaciones a través de espacios de ocio, esparcimiento y recreo.
La aparición de secuelas cognitivas, emocionales o psicológicas en la persona lesionada representan un shock muy importante para las personas convivientes. Al tratarse de una situación sostenida en el tiempo, puede convertirse en un duelo sin visos de solución. Las personas cuidadoras experimentan importantes tensiones y sentimientos encontrados, debido al fortísimo desgaste que supone no disponer de tiempo para si mismas, para el ocio y la socialización o para decidir sobre sus propios asuntos.